Trastornos Mentales
viernes, 19 de junio de 2015
Desarrollo del tema en si
Las causas de las enfermedades mentales
Cuáles son las causas de la enfermedad mental ? Aunque la causa exacta de la mayoría de las enfermedades mentales no se conoce, se está poniendo de manifiesto a través de investigaciones que muchas de estas condiciones son causadas por una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.
¿Qué factores biológicos están involucrados en la enfermedad mental?
Algunas enfermedades mentales se han relacionado con un balance anormal de productos químicos especiales en el cerebro llamadas neurotransmisores. Los neurotransmisores ayudan a las células nerviosas en el cerebro se comunican entre sí. Si estos productos químicos están fuera de balance o no funcionan adecuadamente, los mensajes no pueden hacerlo a través del cerebro correctamente, dando lugar a los síntomas de la enfermedad mental. Además, los defectos o lesiones en ciertas áreas del cerebro también se han relacionado con algunos trastornos mentales.
Otros factores biológicos que pueden estar implicados en el desarrollo de la enfermedad mental son:
- La genética (herencia) : Muchas enfermedades mentales corren en las familias, lo que sugiere que las personas que tienen un familiar con una enfermedad mental son más propensos a desarrollar uno a sí mismos. La susceptibilidad se transmite en las familias a través de los genes. Los expertos creen que muchas de las enfermedades mentales están asociados con anormalidades en los genes de muchos-no sólo uno. Es por eso que una persona hereda la susceptibilidad a una enfermedad mental y no necesariamente desarrollan la enfermedad. La enfermedad mental en sí se produce por la interacción de múltiples genes y otros factores, tales como el estrés , el abuso, o un evento traumático – que pueden influir, o gatillo, una enfermedad en una persona que tiene una susceptibilidad hereditaria a la misma.
- Infecciones : Ciertas infecciones se han relacionado con daño cerebral y el desarrollo de la enfermedad mental o el empeoramiento de sus síntomas . Por ejemplo, una condición conocida como trastorno autoinmune neuropsiquiátrico Pediátrico (PANDA) asociada con la bacteria estreptococo éste se ha relacionado con el desarrollo de trastorno obsesivo-compulsivo y otras enfermedades mentales en los niños.
- Defectos cerebrales o lesiones : Defectos o daños a ciertas áreas del cerebro también se han relacionado con algunas enfermedades mentales.
- El daño prenatal : Alguna evidencia sugiere que una interrupción del desarrollo temprano del cerebro del feto o el trauma que se produce en el momento del nacimiento – por ejemplo, la pérdida de oxígeno en el cerebro – puede ser un factor en el desarrollo de ciertas condiciones, tales como el autismo .
- El abuso de sustancias : a largo plazo el abuso de sustancias, en particular, se ha relacionado con la ansiedad, la depresión y la paranoia.
- Otros factores : Mal nutrición y la exposición a toxinas, como el plomo, pueden jugar un papel en el desarrollo de las enfermedades mentales.
¿Qué factores psicológicos contribuyen a la enfermedad mental?
Los factores psicológicos que pueden contribuir a la enfermedad mental son:
- Trauma psicológico severo que sufrió cuando era niño, tales como el abuso emocional, físico o sexual
- Una pérdida importante temprana, tales como la pérdida de un padre
- Negligencia
- Poca capacidad para relacionarse con los demás
¿Qué factores ambientales contribuyen a la enfermedad mental?
Ciertos factores de estrés pueden desencadenar una enfermedad en una persona que es susceptible a la enfermedad mental. Estos factores incluyen:
- La muerte o el divorcio.
- Una vida de familia disfuncional.
- Los sentimientos de insuficiencia, baja autoestima, ansiedad , ira, o la soledad.
- El cambio de empleo o escuelas.
- Las expectativas sociales o culturales (por ejemplo, una sociedad que la belleza se asocia con la delgadez puede ser un factor en el desarrollo de trastornos de la alimentación.)
- Abuso de sustancias por la persona o los padres de la persona.
CLASIFICACIÓN
Aún cuando clásicamente se han dividido las enfermedades mentales en Trastornos Orgánicos y Trastornos Funcionales, haciendo referencia al grado de génesis fisiológica o psíquica que determine al padecimiento, la clínica demuestra que ambas esferas no son independientes entre sí y que en la patología, como en el resto del desempeño psíquico "normal", ambos factores interactúan y se correlacionan para generar el amplio espectro del comportamiento humano tal como lo conocemos. De hecho, alteraciones biológicas alteran la psique, al igual que alteraciones psicológicas alteran o modifican la biología.
Existen numerosas categorías de trastornos mentales, con mayor o menor gravedad tanto en la vivencia subjetiva del individuo como en su repercusión dentro del funcionamiento social, así se hace alusión a otra clasificación clásica: Trastornos Neuróticos y Trastornos Psicóticos.
Las neurosis afectan en mayor grado a la percepción del sujeto sobre sí mismo, y a su nivel de agrado, de plenitud y de integración del yo, así como a sus relaciones con el entorno social y familiar más cercano; sin embargo, no presentan los síntomas usuales de desconexión con la realidad y amplio alejamiento de la vida social, pueden desempeñarse laboral y académicamente, y según Freud y las escuelas psicoanalíticas este estado es la condición natural de la vida psíquica.
Las psicosis, abarcan la manifestación más claramente asociada con la enfermedad mental, sus síntomas clásicos incluyen las alucinaciones, delirios y grave alteración afectiva y relacional, estos trastornos suelen tener un factor orgánico bastante pronunciado como los Trastornos Depresivos y Bipolares, aunque las esquizofrenias son claramente las de mayor repercusión personal, social y familiar dado su carácter crónico y degenerativo caracterizado por los elementos propios de todos los trastornos psicóticos a los cuales se añaden la desconexión con la realidad y aplanamiento afectivo.
COMPLICACIONES
La enfermedad mental suele degenerar en aislamiento social, inactividad, abulia, desorden del ritmo de vida en general y, en ciertos casos y circunstancias, comportamientos violentos e intentos suicidas.
TRATAMIENTO
Actualmente el tratamiento de los trastornos mentales posee un enfoque integrativo y multidisciplinar, en el que participan psicólogos y psiquiatras, educadores sociales, enfermeros psiquiátricos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales y otros profesionales. Cada tratamiento integra, dependiendo del caso, la administración de psicofármacos como métodos paliativo de los síntomas más pronunciados, para así dar paso a un proceso de intervención psicológica para atender los orígenes y manifestaciones del trastorno y así generar un estado de bienestar más sólido, efectivo y permanente en las personas que sufren de esta enfermedad.
Los trastornos mentales abarcan una amplia gama de problemas que incluyen
Trastornos de ansiedad, incluyendo trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés post-traumático y fobias
Trastorno bipolar
Depresión
Trastornos del estado de ánimo
Trastornos de la personalidad
Trastornos psicóticos, como la esquizofrenia
Existen muchas causas de las enfermedades mentales. Los genes y los antecedentes familiares pueden jugar un papel. Sus experiencias de vida, tales como el estrés o un historial de abuso, también pueden influir. Los factores biológicos también pueden ser parte de la causa. Una lesión traumática del cerebro puede conducir a un trastorno mental. La exposición de la madre durante el embarazo a virus o químicos tóxicos puede desempeñar un papel. Otros factores pueden aumentar el riesgo, tales como el uso de drogas ilegales o sufrir una condición médica seria como cáncer.
Los medicamentos y el asesoramiento pueden ayudar con muchos de los trastornos mentales..
Etiología
Debido a su naturaleza única y diferenciada de otras enfermedades, están determinados multifactorialmente, integrando elementos de origen ambiental, familiar, psicosocial y psicológico, teniendo todos estos factores un peso no sólo en la presentación de la enfermedad, sino también en su fenomenología, en su desarrollo evolutivo, tratamiento, pronóstico y posibilidades de rehabilitación.
La mayoría de los trastornos psiquiátricos presentan una etiología desconocida, es decir, no se conoce el origen que da lugar al trastorno. Existen evidencias que confirman la implicación de factores genéticos en estos trastornos, en concreto en cinco de los trastornos psiquiátricos más comunes: esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno depresivo mayor, trastorno de autismo y trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
El Estudio de asociación del genoma completo (GWAS) ha permitido la identificación de variantes en genes de pacientes, ausentes en individuos sanos. Estos datos han hecho posible estimar la varianza total explicada por SNP a través de las relaciones genéticas entre los casos afectados y los controles.
Los datos fueron obtenidos por Cross-Disorder Group of the Psychiatric Genomics Consortium 2 y demuestran la existencia de heredabilidad de dichos trastornos. Además ha demostrado la correlación genética positiva que existe entre ellos, es decir, los casos de un trastorno muestran mayor similitud con el otro trastorno que con sus propios controles.
1. Heredabilidad de los trastornos
Mediante el cálculo de la varianza total observada de un genotipo se obtienen los datos de la heredabilidad mediante un método univariacional. En el caso de los cinco trastornos mencionados anteriormente se demostró que en todos los casos presentan valores positivos de heredabilidad, por lo que se concluye que dichos trastornos son heredables.
2. Co-heredabilidad entre trastornos
Mediante el cálculo de la correlación genética explicada por SNPs entre casos y control obtenidos independientemente de 2 tipos de trastornos se obtienen los datos de co-heredabilidad mediante un análisis bivariacional. Estos datos reflejaron evidencias empíricas de que los cinco trastornos presentan una etiología genética compartida.
Las parejas de trastornos que presentan un mayor valor de etiología compartida son: esquizofrenia-trastorno bipolar; esquizofrenia-trastorno depresivo mayor y trastorno bipolar-trastorno depresivo mayor. Es importante destacar que a pesar de que los trastornos de autismo y trastornos por déficit de atención con hiperactividad se diagnostican antes de la infancia, y los demás se diagnostican después de la niñez, comparten variantes genéticas comunes.
- Existe una relación directa, empírica y cuantificada de la contribución genética a los cinco trastornos.
- La heredabilidad procedente de SNPs es positiva para todos los trastornos, por lo que son moderadamente o altamente heredables.
- Existen evidencias de la presencia de factores de riesgo genéticos compartidos de los trastornos.
- Los datos de correlación reflejan la pleiotropía de SNPs existente en el genoma.
- Existe una etiología compartida entre los diferentes trastornos, destacando esquizofrenia y trastorno bipolar y; trastorno bipolar y trastorno depresivo mayor.
- Estas evidencias permitirán ayudar a la clasificación de trastornos psiquiátricos y ayudará a entender los mecanismos terapéuticos.
jueves, 18 de junio de 2015
Definición
Según el DSM-IV-TR, los trastornos son una clasificación por categorías no excluyente, basada en criterios con rasgos definitorios. Admiten que no existe una definición que especifique adecuadamente los límites del concepto, careciendo de una definición operacional consistente que englobe todas las posibilidades. Un trastorno es un patrón comportamental o psicológico de significación clínica que, cualquiera que sea su causa, es una manifestación individual de una disfunción comportamental, psicológica o biológica.
Esta manifestación es considerada síntoma cuando aparece asociada a un malestar (p. ej., dolor), a una discapacidad (p. ej., deterioro en un área de funcionamiento) o a un riesgo significativamente aumentado de morir o de sufrir dolor, discapacidad o pérdida de libertad.
Más aún, afirman, existen pruebas de que los síntomas y el curso de un gran número de trastornos están influidos por factores étnicos y culturales. No olvidemos que la categoría diagnóstica es sólo el primer paso para el adecuado plan terapéutico, el cual necesita más información que la requerida para el diagnóstico.
Una concepción errónea muy frecuente es pensar que la clasificación de los trastornos mentales clasifica a las personas; lo que realmente hace es clasificar los trastornos de las personas que los padecen.
Introducción
Las enfermedades mentales son alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, consideradas como anormales con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el individuo. Se puede tratar de alteraciones en el razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad o de adaptarse a las condiciones de la vida.
En la Edad Media al trastorno mental se le relacionaba con el demonio pues pensaban que la persona estaba poseída por espíritus malvados y que tenía alguna relación con la brujería, así que el tratamiento era tortura o la hoguera para liberar el alma.
En el siglo XIX, los manicomnios
eran como cárceles, pues solo se disfrazaba la tortura como una curación, uno
de los tantos casos fue en el hospital psiquiátrico Charenton en París, donde
aplicaban como tratamiento, mantenerlos atados, sumergirlos en agua fría,
golpes y sumergirles la cabeza en una bañera. Todo esto para apartar las ideas
e ilusiones que ellos pudieran albergar.
En 1949, Antonio Egas Moniz, un
Premio Nobel en Medicina, practicaba la lobotomía, que consiste en retirar un
trozo del cerebro en la parte frontal, pero en 1967 este tratamiento dejo de
ser legal.
El concepto enfermedad mental aglutina un buen número de enfermedades de muy diversa índole, por lo que es muy difícil de definir de una forma unitaria y hay que hablar de cada enfermedad o trastorno de forma particular e incluso individualizada ya que cada persona puede sufrirlas con síntomas algo diferentes.
Dependiendo del concepto de enfermedad que se utilice, algunos autores consideran más adecuado utilizar en el campo de la salud mental el término "trastorno mental" (que es el que utilizan los dos sistemas clasificatorios de la psicopatología más importantes en la actualidad: la CIE-10 de la Organización Mundial de la Salud y el DSM-IV-TR de la Asociación Psiquiátrica Americana). Sobre todo en aquellos casos en los que la etiología biológica no está claramente demostrada, como sucede en la mayoría de los trastornos mentales. Además, el término "enfermedad mental" puede asociarse a estigmatización social. Por estas razones, este término está en desuso y se usa más trastorno mental, o psicopatología.
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